"Todas son fases de mi vida, empecé apasionada por la moda en la Academia, quería ser diseñadora de vestuario, luego todos los encuentros, incluso casuales, me llevaron a ser muchas cosas", dice en una entrevista con ANSA: "Pero sé que soy mi propia complejidad y ninguna de estas cosas por sí sola basta para definirme. A los 50 volví a la universidad, era la más vieja del aula, pero cumplí mi sueño de ser etóloga, adoro a los animales y recuerdo con emoción cuando papá me regaló el Anillo del Rey Salomón".
"Y a los 50 también me convertí en directora. Ahora Alice Rohrwacher para La Quimera también me ha hecho volver a un plató, a mi edad".
En el Festival de Cine de Roma recibirá el premio a toda una vida y también dará una clase magistral, cuidadosamente preparada, como documenta en Instagram, la red social que frecuenta con soltura.
"Me siento honrada por esta elección del presidente Gian Luca Farinelli y también conmovida: nos conocemos desde hace unos años, ha restaurado muchas películas de mi padre con la Cineteca y nos hemos hecho amigos, le estoy agradecida", cuenta.
"He elegido Stromboli para mi padre, revela, una película que, viéndola hoy, es casi un shock por lo miserable que era Italia en aquella época, y Sinfonia d'autunno para mi madre, su última película, elegida como ejemplo de cómo ser actor, porque detrás de su primer plano está la anécdota de una discusión furiosa que tuvo con Ingmar Bergman y un ataque de rabia por ser silenciada como mujer".
¿Tener esos dos padres ha sido a veces una pesada carga para su vida y su carrera? "Nunca, responde, para mí y para el mundo, son dos leyendas que cambiaron la historia del cine, pero hay que saber que también eran dos personas maravillosas, extraordinarias, y creo que ciertas cosas que he hecho en la vida se las debo a ellos, a cómo fueron un padre pionero y una madre valiente y contracultural".
"Cuando era joven, evoca, me obsesionaba la meritocracia y por eso no quería ser actriz, la comparación con mamá me habría destrozado, así que me dediqué al modelaje y tuve tanto éxito que eso me dio el valor para ser actriz. Diseñé mi vida como quise, ésa fue su educación".
¿Se arrepiente? "Siempre hice lo que quise, pero debería haberlo hecho más", dice sonriendo. Por ejemplo, dice, dirigiendo: "Hice 50 cortos, como el ciclo Green Porno, y tuvieron éxito en Estados Unidos, lástima que me armé de valor tarde".
¿Y piensa en un largometraje? "Es una cuestión de dinero, mi padre, mis maridos - Martin Scorsese, David Lynch ed. - mis amantes todos artistas persiguiendo financiación, gracias, pero no'.
Bella modelo, ¿cuál es su relación con su tiempo? "¿La belleza? Primero hay que definirla, si pensamos en rubias altas y delgadas ¡estoy fuera! La belleza es limitante'. Hace un par de años que visito Italia, 'la visito más a menudo, tengo muchos amigos, como Renzo Arbore. En Estados Unidos tengo la granja y los animales, mis gallinas y todos los demás, aunque los perros siguen siendo mis preferidos".
Isabella Rossellini observa que "el papel de la mujer en el cine está cambiando, cada vez hay más directoras y muchas historias tienen una mirada femenina siempre inclusiva, me alegro por las nuevas generaciones. Hace años eran excepciones, mi madre me dijo una vez 'he hecho tantas películas que podría dirigir', pero el significado era como 'quiero ser astronauta'".
¿Y mañana? "El futuro es corto, tengo 71 años, quién sabe con qué salud seguiré, hay que ser realista".
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