(ANSA) - ROMA 20 OCT - Isabella Rossellini, 71 años de
proverbial belleza, dos padres tan legendarios en la historia
del cine que da escalofríos sólo pronunciarlos -Roberto
Rossellini e Ingrid Bergman- y luego su gran curiosidad, sonrisa
luminosa, afabilidad y elegancia innata. Difícil definirla: es
modelo, actriz, directora, agricultora con su granja ecológica,
etóloga y mucho más.
"Todas son fases de mi vida, empecé apasionada por la moda
en la Academia, quería ser diseñadora de vestuario, luego todos
los encuentros, incluso casuales, me llevaron a ser muchas
cosas", dice en una entrevista con ANSA:
"Pero sé que soy mi propia complejidad y ninguna de estas
cosas por sí sola basta para definirme. A los 50 volví a la
universidad, era la más vieja del aula, pero cumplí mi sueño de
ser etóloga, adoro a los animales y recuerdo con emoción cuando
papá me regaló el Anillo del Rey Salomón".
"Y a los 50 también me convertí en directora. Ahora Alice
Rohrwacher para La Quimera también me ha hecho volver a un
plató, a mi edad".
En el Festival de Cine de Roma recibirá el premio a toda
una vida y también dará una clase magistral, cuidadosamente
preparada, como documenta en Instagram, la red social que
frecuenta con soltura.
"Me siento honrada por esta elección del presidente Gian
Luca Farinelli y también conmovida: nos conocemos desde hace
unos años, ha restaurado muchas películas de mi padre con la
Cineteca y nos hemos hecho amigos, le estoy agradecida", cuenta.
"He elegido Stromboli para mi padre, revela, una película
que, viéndola hoy, es casi un shock por lo miserable que era
Italia en aquella época, y Sinfonia d'autunno para mi madre, su
última película, elegida como ejemplo de cómo ser actor, porque
detrás de su primer plano está la anécdota de una discusión
furiosa que tuvo con Ingmar Bergman y un ataque de rabia por ser
silenciada como mujer".
¿Tener esos dos padres ha sido a veces una pesada carga para
su vida y su carrera? "Nunca, responde, para mí y para el mundo,
son dos leyendas que cambiaron la historia del cine, pero hay
que saber que también eran dos personas maravillosas,
extraordinarias, y creo que ciertas cosas que he hecho en la
vida se las debo a ellos, a cómo fueron un padre pionero y una
madre valiente y contracultural".
"Cuando era joven, evoca, me obsesionaba la meritocracia y
por eso no quería ser actriz, la comparación con mamá me habría
destrozado, así que me dediqué al modelaje y tuve tanto éxito
que eso me dio el valor para ser actriz. Diseñé mi vida como
quise, ésa fue su educación".
¿Se arrepiente? "Siempre hice lo que quise, pero debería
haberlo hecho más", dice sonriendo. Por ejemplo, dice,
dirigiendo: "Hice 50 cortos, como el ciclo Green Porno, y
tuvieron éxito en Estados Unidos, lástima que me armé de valor
tarde".
¿Y piensa en un largometraje? "Es una cuestión de dinero, mi
padre, mis maridos - Martin Scorsese, David Lynch ed. - mis
amantes todos artistas persiguiendo financiación, gracias, pero
no'.
Bella modelo, ¿cuál es su relación con su tiempo? "¿La
belleza? Primero hay que definirla, si pensamos en rubias altas
y delgadas ¡estoy fuera! La belleza es limitante'. Hace un par
de años que visito Italia, 'la visito más a menudo, tengo muchos
amigos, como Renzo Arbore. En Estados Unidos tengo la granja y
los animales, mis gallinas y todos los demás, aunque los perros
siguen siendo mis preferidos".
Isabella Rossellini observa que "el papel de la mujer en el
cine está cambiando, cada vez hay más directoras y muchas
historias tienen una mirada femenina siempre inclusiva, me
alegro por las nuevas generaciones. Hace años eran excepciones,
mi madre me dijo una vez 'he hecho tantas películas que podría
dirigir', pero el significado era como 'quiero ser astronauta'".
¿Y mañana? "El futuro es corto, tengo 71 años, quién sabe
con qué salud seguiré, hay que ser realista". (ANSA).
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