Por Mónica Uriel - La de Karina Sánchez, que pide en entrevista a ANSA "que se nos juzgue por lo que hicimos, no por ser mamá", es una de las tantas historias de madres presas en cárceles chilenas, grabadas por ellas mismas, que reconstruye el documental "Malqueridas", presentado hoy en el Festival de Venecia.
"A pesar de que estamos en la cárcel y cometimos un delito.
sigues siendo madre y tu hijo tiene derecho a verte", apunta Sánchez, de 36 años, madre de dos hijos y que estuvo seis en la cárcel.
"Yo tuve la suerte de que mi hermana cuidaba de mis hijos (tenían 3 y 13 años cuando entró en la cárcel). Pero tengo amigas a cuyos hijos los mataron porque no los cuidaban. O muchos niños se hacen delincuentes", señala.
Sánchez, que pone voz al documental, pide que exista "una organización que se preocupe por los niños abandonados que no tienen familia como yo".
Esta madre soltera denuncia que "se me sigue condenando, no fueron suficientes los seis años" que estuvo en la cárcel. En su trabajo le quisieron ascender a supervisora, pero su jefe al ver sus antecedentes penales le desvinculó de la empresa.
Además, confiesa que "la culpa la voy a cargar toda la vida por no haber estado con mis hijos y perderme varias etapas importantes de sus vidas. Ahora les doy el 1000% a los niños", cuenta.
Señala también que "uno siempre se arrepiente de haber delinquido. Lo hice para alimentar a mis hijos después de haber sido madre a los 14 años", explica.
Sánchez conoció a Tana Gilbert, directora de "Malqueridas", que hoy se presentó en la Semana internacional de la crítica del Festival de Venecia, en 2017, en unos talleres que la cineasta impartía en su prisión.
A Gilbert, de 30 años, le había llamado la atención materiales encontrados en redes sociales de un preso que registraba su vida en prisión y empezó a recopilar imágenes colgadas por mujeres presas.
Estas imágenes "son un tesoro. Son muy frágiles y pensé en darles una estabilidad ante el riesgo de ser eliminadas".
De estas imágenes, subraya, "se desprende que siempre necesitamos querer y que nos quieran, incluso en contextos adversos como la cárcel", sostiene Gilbert, cuya cinta se estrenará en Chile en mayo próximo.
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