(ANSA) NUEVA YORK - "Amo Italia, volver aquí es como volver a casa. Me paso el tiempo pintando el campo o disfrutando de una deliciosa comida y vino".
Así se refería a sí mismo Tony Bennett, criado en Nueva York en el seno de una familia italiana, en una entrevista con ANSA en 2017 en Roma.
Nacido con el nombre de Anthony Dominick Benedetto el 3 de agosto de 1926, en Astoria, en el distrito de Queen, llegó a convertirse en una de las voces más reconocible de la música internacional.
Orgulloso de sus orígenes italianos, regresaba a menudo a su país de origen: "Amo Italia, volver aquí es como volver a casa.
Me paso el tiempo pintando el campo o disfrutando de una deliciosa comida y vino". "No tienes que ser italiano para amar Italia, pero para mí es especial volver a donde mi familia tiene sus orígenes", subrayaba.
"¿Soy una leyenda viviente? Puede parecer humilde de mi parte, pero solo trato de ser una buena persona, de entretener al público y hacerlos sentir bien".
"Ese siempre ha sido mi objetivo como artista: darles lo mejor para que puedan decir 'Disfruté mucho esta noche'", aseguraba el artista que por entonces tenía 91 años, y que hoy falleció en su ciudad natal de Nueva York.
En esa entrevista, contó a sus 91 años todavía estaba lleno de energía e ilusión para seguir recorriendo escenarios por todo el mundo, y que su secreto era solo uno: "me encanta lo que hago, cantar y pintar, y tuve mucha suerte de que se convirtiera en mi trabajo".
"Mi apellido en el registro civil es Benedetto, y benedetto (bendito) es justo lo que siento: por eso quiero seguir cantando y pintando el mayor tiempo posible", aseguró. Dijo entonces a ANSA que dejar los escenarios no era una opción que quisiera considerar:
"¿Retirarse de qué? ¿de lo que más amo?. Entiendo que si tienes un trabajo que no te interesa, retirarte es una oportunidad para hacer las cosas que te apasionan, pero me encanta entretener y quiero seguir haciéndolo".
Aseguraba con pesar que, "en los últimos años, la música se ha convertido en un negocio… y el único objetivo es vender millones de discos".
Ese fin, señalaba, va "en detrimento de la calidad. Son sobre todo los jóvenes los que sufren una fuerte presión y buscan el éxito inmediato copiando a los que ya lo tienen, y esto les impide desarrollar su creatividad personal".
Hablando de jóvenes, en 2014 se unió a Lady Gaga en el álbum "Cheek to Cheek", una colaboración que repetirían unos años después.
Fue un encuentro no solo entre artistas, sino entre generaciones: "Aunque hay 60 años de diferencia entre nosotros, inmediatamente nos conectamos y nos entendimos. Ambos somos italoamericanos y eso nos une".
"Y luego tenemos respeto mutuo. Ella trabaja duro y se esfuerza hasta en los detalles más pequeños: es una verdadera artista que es honesta consigo misma", dijo.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA