En su informe trimestral sobre los avances del acuerdo entre las FARC y el gobierno, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, le pidió al mandatario electo, respaldar lo pactado.
Lo que parecía imposible ocurrió: el expresidente derechista Alvaro Uribe acepta la invitación a conversar hecha por el entrante jefe de Estado, el izquierdista Gustavo Petro, su acérrimo rival por años.
El presidente, Iván Duque, recibió en la Casa de Nariño (sede de gobierno) a su sucesor, el izquierdista Gustavo Petro, que antes de llegar al encuentro recibió la credencial que lo confirmó como nuevo jefe de Estado.