Así lo indica una investigación realizada con más de 700 personas mayores de 70 años seguidas durante tres años.
Los resultados los publica un grupo de investigación internacional dirigido por la Universidad de Zurich en la revista Nature Aging.
Los participantes del estudio, todos sanos, fueron divididos en ocho grupos para evaluar los efectos de diferentes tipos de intervenciones: la ingesta diaria de 2.000 unidades internacionales (UI) de vitamina D, el consumo de un gramo de Omega-3 al día y media hora de ejercicio físico en casa tres veces por semana.
Los ancianos fueron monitoreados durante tres años con muestras de sangre periódicas para evaluar el "tictac" de cuatro relojes biológicos diferentes que marcan el envejecimiento del organismo.
Los resultados mostraron que el consumo de Omega-3 ralentizó moderadamente el envejecimiento biológico al ralentizar tres de cada cuatro relojes con una ganancia de aproximadamente 4 meses durante los tres años del estudio. Se descubrió que este efecto era independiente del sexo, la edad o el índice de masa corporal de la persona.
También se descubrió que la combinación de Omega-3, vitamina D y ejercicio funciona aún mejor, con un impacto significativo en la reducción del riesgo de cáncer y la prevención de la fragilidad.
Estos resultados deben considerarse con cautela, en primer lugar porque los participantes inscritos en el estudio tenían mejores condiciones de salud que el promedio de sus pares y, en segundo lugar, porque los efectos de la suplementación con Omega-3 se evaluaron en una muestra bastante limitada (98 participantes recibieron Omega-3 y 95 recibieron un placebo).
Además, los propios investigadores señalan que todavía no existe un promedio estandarizado del envejecimiento y que los relojes biológicos utilizados en el estudio fueron elegidos porque se encuentran entre los más validados actualmente disponibles.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA