El caso contra Musk, que se convirtió en un estrecho asesor del presidente electo Donald Trump, será probablemente uno de los actos finales más controvertidos de la Comisión de Valores e Intercambio, bajo la dirección de Gary Gensler, su presidente saliente.
Según la denuncia, el multimillonario no notificó a la SEC de la mega operación como lo exigen las leyes del mercado, sino que esperó 11 días.
La falta de una comunicación oficial -es la tesis de la SEC- permitió a Musk continuar comprando acciones de Twitter a un precio artificialmente bajo, ahorrándose al menos 150 millones de dólares.
La demanda es el último capítulo de una batalla que dura años entre la SEC y Musk.
La primera vez que acudieron a los tribunales fue durante el primer mandato de Trump, cuando la SEC lo atacó por haber planteado la hipótesis de una exclusión de Tesla de la bolsa en Twitter, moviendo las acciones del gigante de los coches eléctricos.
Desde entonces, el tono del enfrentamiento se incrementó, pero la situación cambió profundamente: la SEC del actual presidente Gary Gensler, elegido por Biden, se prepara para dejar el control de los mercados al personal de Trump, del que Musk es uno de los más fieles.
El multimillonario sudafricano ayudó de hecho a la campaña del presidente electo con millones de dólares y estuvo a su lado durante meses en Mar-a-Lago y permanecerá allí incluso después de la investidura.
Según los rumores, Musk debería ocupar una oficina en el edificio de oficinas ejecutivas Eisenhower, dentro del complejo de la Casa Blanca.
Musk podría ser una figura clave para resolver el caso de TikTok, la popular aplicación controlada por la china ByteDance que podría ser prohibida en Estados Unidos a partir del 19 de enero sin intervención de la Corte Suprema.
Según algunos rumores, el jefe de Tesla podría de hecho adquirir las actividades estadounidenses de TikTok o al menos invertir en ellas para tranquilizar a las autoridades estadounidenses. La aplicación ha negado rotundamente los rumores y, según reportó The Information, está dispuesta a suspender inmediatamente sus operaciones el 19 de enero, víspera de la investidura de Trump.
El cierre de TikTok beneficiaría a Instagram, la aplicación propiedad de Meta. Mientras se reposiciona para la era Trump, el gigante tecnológico de Mark Zuckerberg anunció un recorte del 5% en su fuerza laboral, o alrededor de 3.600 empleados.
Bajo la "guillotina" terminarán aquellos con las actuaciones más decepcionantes.
Sin embargo, es probable que sus puestos sean reemplazados dentro de este año.
Zuckerberg, junto con Musk y Jeff Bezos, asistirá a la toma de posesión de Trump y también será el anfitrión de un evento de gala para el presidente electo, lo que marca un cambio radical desde que expulsó a Trump de sus plataformas tras el asalto al Congreso el 6 de enero.
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