La solución a este rompecabezas se obtiene juntando la relatividad general con la mecánica cuántica y la termodinámica, como demuestra el estudio publicado en la revista Classical and Quantum Gravity.
Segrún Gavassino, la paradoja deriva del hecho de que damos por descontado que las leyes de la termodinámica (que gobiernan la energía, el calor y la entropía, es decir, el desorden) funcionan siempre de la misma forma, mientras que esto podría no suceder cuando el espacio-tiempo se acerca al agujero negro, creando las condiciones potenciales para un bucle temporal.
En esta situación, demuestra el estudio, surgirían fluctuaciones cuánticas capaces de cancelar la entropía, es decir, el desorden que gobierna muchas de nuestras experiencias cotidianas, desde la forma en la que envejecemos hasta la que elaboramos los recuerdos.
Dichas fluctuaciones cuánticas podrían tener efectos extremos sobre un viajero en el tiempo: por ejemplo, cuando la entropía disminuye los recuerdos de una persona podrían desaparecer y el proceso de envejecimiento podría invertirse.
Este fenómeno podría incluso hacer temporales acontecimientos irreversibles, como matar a un antepasado, anulando de hecho la paradoja.
Si bien el estudio de Gavassino ofrece un cuadro teórico irresistible para el viaje en el tiempo, queda todavía por demostrar si los bucles temporales existen verdaderamente en el universo real.
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