Los últimos dos años han superado en promedio el límite de 1,5°C de calentamiento fijado por el Acuerdo de París, señal de un aumento continuo y sin precedentes de las temperaturas en la historia moderna, anunció el observatorio europeo Copernicus.
Como se preveía desde hace meses y ahora confirmado con los datos de temperatura hasta el 31 de diciembre, 2024 fue oficialmente el año más cálido jamás registrado desde que comenzaron las estadísticas en 1850, según confirmó el Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus.
Aunque 2025 no promete ser récord, la Oficina Meteorológica Británica advirtió que será una de las tres más cálidas registradas en el planeta. De acuerdo con Copernicus, el año 2024 por sí solo y el promedio de los años 2023-2024 superaron el límite de 1,5°C de calentamiento en comparación con la era preindustrial, antes del uso masivo de carbón, petróleo y gas fósil que alteraron profundamente el clima.
Esto no significa que se haya superado la meta más ambiciosa del Acuerdo de París, que se mide en periodos de al menos 20 años, recuerda Copernicus.
Sin embargo, "esto subraya que las temperaturas globales están aumentando más allá de lo que los humanos modernos han conocido". De hecho, el calentamiento climático actual es inédito en al menos 120,000 años, según los científicos. Tras estas cifras se esconde ya una serie de desastres exacerbados por el cambio climático: 1.300 muertos en junio durante olas de calor extremas en la peregrinación a La Meca, inundaciones históricas en África Occidental y Central, huracanes violentos en Estados Unidos y el Caribe o los incendios de Los Ángeles, "los más devastadores" en la historia de California, según palabras del presidente Joe Biden. Los océanos, que absorben el 90% del exceso de calor causado por la humanidad, continuaron sobrecalentándose. La media anual de sus temperaturas de superficie, excluyendo las zonas polares, alcanzó un récord de 20,87°C, superando el récord de 2023. Además de los impactos inmediatos de las olas de calor marinas sobre corales y peces, este sobrecalentamiento duradero de los océanos, principal regulador del clima terrestre, afecta las corrientes marinas y atmosféricas.
Los mares más cálidos liberan más vapor de agua en la atmósfera, proporcionando energía adicional para tifones, huracanes o tormentas.
Copernicus señala que el nivel de vapor de agua en la atmósfera alcanzó un récord en 2024, estableciéndose aproximadamente un 5% por encima del promedio de 1991-2020. El año pasado marcó también el fin del fenómeno natural El Niño, que induce un calentamiento global y un aumento de ciertos eventos extremos, y una transición hacia condiciones neutras o el fenómeno inverso, La Niña.
Sin embargo, la Organización Meteorológica Mundial advirtió en diciembre que este último sería "corto y de baja intensidad", insuficiente para contrarrestar los efectos del calentamiento global. "El futuro está en nuestras manos: una acción rápida y decisiva aún puede desviar la trayectoria de nuestro clima futuro", subrayó Carlo Buontempo, director del servicio de cambio climático de Copernicus. La COP29 de Bakú, la última gran conferencia climática de la ONU, apenas logró en noviembre un nuevo objetivo para la financiación climática, pero permaneció casi en silencio sobre las ambiciones de reducción de gases de efecto invernadero, especialmente en relación con la eliminación de las energías fósiles.
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