Después de una fase piloto en cuatro Regiones, en 2025 comenzará un programa de detección en todo el país. El anuncio se produjo este martes durante la presentación del Libro Blanco "Cribado pediátrico de diabetes tipo 1 y celiaquía" en la Cámara de Diputados.
Hace exactamente un año, el Parlamento adoptó en forma unánime una ley que establece un programa de detección para la diabetes tipo 1 y la enfermedad celíaca en niños. Ambas enfermedades se diagnostican con frecuencia con retraso, con graves consecuencias para los niños.
El primer paso es comprobar su viabilidad con un proyecto realizado en cuatro Regiones (Lombardía, Las Marcas, Campania, Cerdeña) y coordinado por el Instituto Superior de Sanidad (ISS).
Los resultados superaron las expectativas: invitado por pediatras, los padres mostraron gran atención a la iniciativa.
"Los rechazos se pueden contar con los dedos de una mano", explicó Marco Silano, director del departamento de Enfermedades Cardiovasculares, Endocrino-metabólicas y Envejecimiento del ISS.
Asimismo, esta primera fase demostró que la diabetes 1 y la celiquía están más extendidas de lo que se creía.
"Para la diabetes se inscribieron 3.673 niños, y se realizaron las pruebas a 3.262 y, de ellos, el 0,8% dio positivo en la primera prueba de detección, un porcentaje casi 3 veces superior al esperado.
En cuanto a la enfermedad celíaca, el 2,9% dio positivo en la primera prueba" , añadió Silano. Esto no significa que los niños ya tengan diabetes o que definitivamente la desarrollarán en el futuro. Sin embargo, corren un alto riesgo de que esto suceda.
"Los primeros datos confirman lo extraordinario y la esencial importancia de la ley 130 aprobada hace exactamente un año por Parlamento", afirmó el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Giorgio Mulé.
"Dicen más allá de toda razonable duda cómo fueron interceptados gracias al cribado numerosos casos destinados a ser desconocidos, con consecuencias probablemente graves o muy graves para los interesados", añadió.
El examen permitirá evitarlas. De hecho, explicó la presidenta de la Sociedad Italiana de Diabetología, Raffaella Buzzetti, el programa extendido a todos los niños, "permite evitar el diagnóstico en cetoacidosis, que es una complicación grave que muy a menudo requiere hospitalización y pone en grave riesgo para la vida del niño".
Además, tener con antelación el diagnóstico de diabetes tipo 1 tiene implicaciones psicológicas positivas: "Es posible preparar a los niños y a las familias, e implementar intervenciones de educación nutricional, el ejercicio físico y a la terapia con insulina".
En el horizonte, incluso existe la posibilidad de retrasar la aparición de enfermedad gracias a nuevos fármacos, ya aprobados en Estados Unidos y en recta final también en Europa. En promedio, logran posponer la aparición de diabetes tipo 1 entre 2 y 3 años, pero en algunos casos se observó un retraso de hasta 6 años.
"Nuestro sueño es poder algún día erradicar la diabetes tipo 1 y lograr curarla", concluye Alessandro Crevani, director general de Business Unit General Medicines Italy & Malta de Sanofi.
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