Y el Papa también quiso recordar durante la audiencia general: "Rezamos para que la ciencia médica pueda ofrecer pronto perspectivas de cura para esta enfermedad y para que se activen cada vez más intervenciones apropiadas para ayudar a los enfermos y a sus familias", dijo el argentino Jorge Mario Bergoglio.
La enfermedad puede progresar lentamente a lo largo de 10 a 20 años, pasando de la fase preclínica asintomática a la demencia grave, con repercusiones cada vez mayores en la vida cotidiana de las personas.
Y los primeros en notar los síntomas, a menudo sutiles y subestimados, suelen ser los familiares de los pacientes a quienes se les impone la atención.
"A menudo comienza con pequeños signos, que a veces no son fáciles de notar -explicó Alessandro Padovani, director de la Clínica Neurológica de la Universidad de Brescia y presidente de la Sociedad Italiana de Neurología-.
"A veces, sobre todo en las personas mayores, estos pequeños déficits no se reconocen: olvidar dónde está estacionado el coche, dar nombres diferentes a las personas que conoces o incluso simplemente cambiar de hábitos. Es importante no asumir que todo esto normalmente está relacionado con el envejecimiento", advirtió.
La falta de preparación de los sistemas de salud y el estigma frente a la enfermedad contribuyen a retrasar el primer acceso al proceso de diagnóstico.
Una mayor concienciación sobre los primeros síntomas para que el diagnóstico precoz sea cada vez más frecuente son los objetivos de la campaña "Piénsalo, para no olvidar", lanzada por Lilly.
Casi la mitad (49%) de los italianos temen que el Alzheimer pueda afectarles personalmente o a uno de sus seres queridos en el futuro, solo 1 de cada 10 italianos se declara "muy informado" sobre esta patología, como se desprende de una investigación realizada por cuenta de Airalzh onlus (Asociación Italiana para la investigación del Alzheimer), la cual también lanzó una campaña de sensibilización para invitar a las personas a tener un estilo de vida correcto y a adoptarlo también como prevención de la demencia.
En general, el deterioro cognitivo y la demencia preocupan a 9 de cada 10 italianos y afectan a 2 millones de pacientes y 4 millones de cuidadores, según otra encuesta del instituto "Emg Different".
Lo más preocupante es la relativa pérdida de autonomía, el aislamiento y la carga emocional y económica para la familia, también debido a la falta de servicios de bienestar social.
Y "con el aumento de la esperanza de vida, la demencia está destinada a adquirir cada vez más importancia: hoy la padece el 7% de la población mayor de 60 años y el porcentaje aumenta al 30% entre los mayores de 85 años", subrayó Camillo Marra, presidente de Sindem, asociación autónoma perteneciente a Sin por la demencia.
Las iniciativas incluyen también una exposición fotográfica en la Galería de los Presidentes de Montecitorio con imágenes cotidianas inmortalizadas por la hija de una mujer que padece Alzheimer, la artista Serena Becagli.
Entre las fotografías expuestas, una cafetera rebosante de café molido y cubiertos dejados que secar en papel higiénico, unas tijeras sumergidas en el azucarero.
"Iniciativas como esta -afirmó la diputada Annarita Patriarca, copresidenta del intergrupo parlamentario para las neurociencias y el Alzheimer - pretenden arrojar luz para no olvidar.
"Necesitamos saber y dar a conocer qué es el Alzheimer y el sacrificio de los cuidadores, para que, a través de la sensibilización, demos una mano a quien lo necesita y orientemos las opciones en dirección de quien lo sufre y a quienes dedican su vida a los pacientes".
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