Ocurrió hace 4 mil millones de años y, aunque las sospechas ya existían desde hacía tiempo, recién ahora ha llegado la confirmación.
De hecho, hay evidencias de que el eje de rotación de Ganímedes, una de las lunas de Júpiter, se desplazó debido al impacto de un asteroide con un diámetro estimado de unos 300 kilómetros, es decir, 20 veces mayor que el que puso fin a la era. de los dinosaurios en la Tierra.
Así lo indica el estudio publicado en la revista Scientific Reports y liderado por la Universidad japonesa de Kobe, que confirma las hipótesis formuladas a partir de los años 80 del siglo pasado, cuando se descubrieron grandes surcos dispuestos en círculos concéntricos que cubrían una cara de la Luna.
Ese impacto fue uno de los más devastadores que jamás haya ocurrido en el Sistema Solar. Según los cálculos de los investigadores dirigidos por Hirata Naoyuki, el punto de impacto se encuentra en el lado opuesto de la Luna respecto al que mira a Júpiter. Ganímedes, de hecho, como nuestra Luna, siempre muestra la misma cara a su planeta.
Al observar las similitudes con un impacto ocurrido en el pasado en Plutón, que tuvo consecuencias similares, los autores del estudio pudieron construir simulaciones y descubrieron que el evento también provocó una reorientación del eje de rotación de la luna joviana.
Los resultados de las simulaciones indican que el asteroide debió generar un cráter de entre 1.400 y 1.600 kilómetros de ancho: un impacto de este tamaño, independientemente de dónde se produjo, necesariamente cambió la distribución de la masa de Ganímedes, modificando su rotación.
Nuevos datos sobre las consecuencias que tal conmoción podría haber causado incluso en las partes más internas de la Luna podrían llegar gracias a Juice, la sonda de la Agencia Espacial Europea dedicada precisamente al estudio de las lunas heladas de Júpiter, que debería llegar a su destino en 2034.
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