Fue el 6 de agosto de 2014.
"El momento en que llegamos al cometa fue una gran emoción, como llegar a la cima después de una larga ascensión para finalmente poder mirar a nuestro alrededor", recuerda Andrea Accomazzo, director de vuelo de Rosetta.
"Las expectativas para la misión eran altas, al igual que los riesgos, pero al final fue un éxito galáctico", dice.
La misión, reconocida también por la revista Science como el resultado científico más importante de 2014, se llevó a cabo con una importante contribución de Italia.
Lanzada el 2 de marzo de 2004, la sonda Rosetta recorrió 6.000 millones de kilómetros, rebotando dos veces entre la Tierra y Marte para realizar la "aceleración" necesaria para llegar al cometa situado en el borde del Sistema Solar. Desde junio de 2011 continuó su viaje en estado de hibernación, del cual despertó el 20 de enero de 2014.
El 6 de agosto del mismo año alcanzó el cometa, al que siguió acercándose progresivamente hasta el 12 de noviembre, cuando soltó el módulo de aterrizaje Philae sobre la superficie de este "fósil" del Sistema Solar. Después de mediciones y muestreos in situ, Philae se quedó sin baterías y entró en modo de espera el 15 de noviembre de 2014.
Rosetta concluyó oficialmente su misión el 30 de septiembre de 2016, aterrizando en la superficie del cometa después de 12 años de vida operativa.
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