En detalle, la facturación de tecnología de consumo en nuestro país disminuyó un 4,7% respecto al mismo periodo de 2023, hasta alcanzar los 7.000 millones de euros. Esto a pesar de algunos signos de estabilización que surgieron en los meses más recientes, en particular en junio, cuando el +6,3% hizo que la tendencia anual fuera menos crítica.
En el período analizado, todos los segmentos que componen la tecnología de consumo fueron negativos, a excepción de los pequeños electrodomésticos, que crecieron un +5,8% respecto al primer semestre de 2023.
En particular, las ventas del segmento de aspiradoras aumentaron (+ 2,4%), mientras que la telefonía pierde terreno (-4,3% en valor), pero sigue siendo el sector más importante en términos de facturación generada. La demanda de teléfonos inteligentes está disminuyendo (-4,5%), parcialmente compensada por el crecimiento de las ventas de relojes inteligentes con soporte SIM (+4,5%).
La fotografía (-12,4%) y la electrónica de consumo (-10,2%) fueron los dos sectores con mayores pérdidas. Las ventas de confort en el hogar cayeron ligeramente (-0,2%) (-0,2%); un sector, cada vez menos ligado a los ritmos estacionales, que para los analistas parece haberse visto afectado por un comienzo de verano anómalo, con precipitaciones abundantes y temperaturas inferiores a la media en muchas zonas de Italia, pero que en junio volvió a ver el signo positivo (+ 1,8% respecto a hace 12 meses).
Por último, el sector de oficinas de tecnologías de la información y los grandes electrodomésticos cerraron el semestre en terreno negativo, registrando respectivamente una caída de las ventas del -8,7% y del -4,6% en valor. En este caso, el mes de junio tampoco revirtió la tendencia.
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