Cuidado con las dietas "Low Carb", que proponen reducir drásticamente la ingesta de hidratos de carbono, entre ellas pastas, producto clásico del Made in Italy, porque no se puede prescindir de este nutriente. Esta es la advertencia que proviene del Consorcio Internacional de Calidad de Carbohidratos (ICQC), una organización sin fines de lucro fundada por expertos de las universidades de Harvard y Toronto.
"Los hidratos de carbono son nuestra principal fuente de energía y algunas células (glóbulos rojos, cerebro, músculos), cuyo metabolismo energético se basa en la glucosa, tienen una necesidad particular de ellos", explica la organización en una nota.
La conclusión se produce con motivo del aniversario del registro de la Dieta Mediterránea como patrimonio de la UNESCO, donde representa hasta el 60% de las calorías.
"En realidad, una dieta rica en hidratos de carbono complejos de acción lenta favorece el control del índice glucémico", subrayan los científicos del ICQC.
Si muchas dietas proponen eliminarlas bajo la acusación de ser responsables de una respuesta cada vez menos eficaz a la insulina y de la acumulación de grasa corporal, es por un malentendido.
"Se pasan por alto las diferencias entre los diferentes tipos de carbohidratos y la composición general de los alimentos", explica el Consorcio Internacional para la Calidad de los Carbohidratos.
"Los carbohidratos complejos de absorción lenta provocan un aumento más gradual del azúcar en sangre y contribuyen a una sensación prolongada de saciedad después de una comida".
La pasta al dente, las verduras y las frutas forman parte de este grupo, especialmente si se incluyen en una dieta rica en fibra.
Además, según los investigadores, las investigaciones están empezando a comprender que existe un vínculo entre la estructura de los alimentos y su impacto metabólico.
Por ejemplo, los alimentos vegetales con paredes celulares intactas tienden a tener un índice glucémico más bajo: "Un estudio experimental ha demostrado que simplemente 'machacando' una patata puede aumentar su índice glucémico (hasta un 20%) en comparación con el alimento entero hervido", explica los expertos.
Desde este punto de vista, las tecnologías de producción, como las técnicas de molienda o extrusión, podrían mejorar las propiedades nutricionales de los alimentos, así como su absorción (pasta cocida al dente, verduras y frutas) y fibra (de las cuales son especialmente ricas las frutas, legumbres, avena, cebada, alimentos a base de cereales integrales, salvado de trigo y verduras).
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