(ANSA) - BUENOS AIRES, 15 NOV - Una espléndida margarita de
47 millones de años figura entre los más de 6.000
restos fósiles originarios de la Patagonia secuestrados por la
Aduana argentina antes de ser contrabandeados a España.
La extraordinaria e inestimable colección, que incluye
también un esqueleto completo de hadrosaurio, huevo de
dinosaurio y una amonita de 20 centímetros, estaba camuflada en
el interior de moldes de yeso.
En una ceremonia de restitución de las reliquias al Museo de
Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia de Buenos Aires, el
director general de Aduanas, Guillermo Michel, lo definió como
"el más grande secuestro de bienes culturales de la historia
argentina".
La expedición clandestina figuraba a nombre de Julián
Corsolini, director del Museo del Lago Gutiérrez, próximo a la
famosa localidad patagónica de Bariloche, una región que posee
una inmensa y en gran parte aún inexplorada reserva de fósiles.
Corsolini fue enviado a juicio por "exportación ilegal de
piezas pertenecientes al patrimonio arqueológico y
paleontológico argentino, protegido por la ley nacional 25723 y
la ley provincial 3041". (ANSA).
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