Sin embargo, han aprendido a reaccionar, invierten más y la ciberseguridad es una prioridad y "hasta 8 de cada 10 empresas están revisando la composición de sus consejos de administración para garantizar la presencia de profesionales con sólidos conocimientos técnicos y especializados en el ámbito cibernético".
Así se desprende del informe de Deloitte "Future of Cyber: a cyber-first vision for security and value creation - The point of view of Italian companies".
Las consecuencias de las brechas cibernéticas no se limitan a la pérdida de facturación o a la reducción del valor de mercado de la empresa, como afirman el 40% y el 36% de los ejecutivos italianos entrevistados, sino que también pueden afectar a las organizaciones desde el punto de vista normativo.
Eso porque pueden ser multadas y sancionadas por incumplimiento de los procedimientos vigentes o por infracción de las normas de ciberseguridad, como señala el 52% de los entrevistados.
También es grave el riesgo reputacional, en términos de repercusiones negativas sobre la imagen de la empresa, según el 44%, mientras el 46% teme la posible quiebra de la confianza de los clientes.
El mismo porcentaje (46%) subraya el riesgo tecnológico, es decir, la posibilidad de que disminuya la confianza en la "integridad tecnológica" de la empresa.
Por último, el 42% señala las consecuencias estratégicas y operativas de los ciberataques, como el riesgo de que se reduzcan los presupuestos para apoyar iniciativas o posibles interrupciones de las operaciones.
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