Partió para su penúltimo vuelo antes de su jubilación el lanzador Vega de la Agencia Espacial Europea (ESA), construido en Italia por AVIO, empresa líder del sector en la propulsión espacial. Previsto inicialmente a las 3:35 horas italianas del 7 de octubre, el lanzamiento fue suspendido en las últimas fases de la cuenta atrás debido a una "medida ligeramente superior en la horquilla máxima", informó Arianespace, la sociedad que gestiona los lanzamientos desde la base de Kourou, en la Guayana Francesa.
Después de una serie de controles, el problema técnico fue resuelto y a las 3,36 del 9 de octubre Vega partió y colocó de forma correcta en órbita dos satélites principales (el tailandés Theos-2 y el taiwanés Formosat-7R/Triton) y diez satélites auxiliares proyectados para el estudio del ambiente, de la meteorología y del cambio climático.
El administrador delegado de Arianespace, Stephane Israel, se mostró satisfecho pues "Vega demostró una vez más su versatilidad única". También Giulio Ranzo, administrador delegado de la AVIO, subrayó que "el trabajo conjunto de los equipos de AVIO, Arianespace, ESA y CNES permitió utilizar el lanzador Vega reduciendo al mínimo los cambios del programa para los clientes, demostrando resiliencia y compromiso". El lanzamiento, que lleva la sigla VV23, tiene un importante valor simbólico porque es el primer vuelo de Vega en 2023 después de la investigación sobre el accidente ocurrido en diciembre pasado en la versión más avanzada Vega-C.
La Comisión Independiente creada por ESA estableció que el degrado de la boquilla del motor Zefiro 40 que alimenta el segundo estadio del cohete habría sido la causa del fallo del primer lanzamiento comercial de Vega C, que concluyó con una caída en el océano después de la detección de una anomalía y la ejecución de un comando de destrucción enviado desde la tierra. Analizado el problema, la Comisión formuló una serie de recomendaciones a implementar para consentir a Vega-C que se vuelva a lanzar en el cuarto trimestre de 2024. De forma paralela, Arianespace hizo regresar a la pista a Vega para el vuelo VV23 con una carga de más de 1.200 kilos.
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