REGGIA DI CASERTA PRETENDE SER VIDRIERA DEL SUR

13 giugno, 23:24
REGGIA DI CASERTA PRETENDE SER VIDRIERA DEL SUR (ANSA) - Roma, 12 de junio - La conservación y restauración de la Reggia di Caserta, el mayor palacio construido en Europa en el siglo 18/o e incluido en la lista de la UNESCO, debe considerarse de alta prioridad y un emprendimiento destinado a convertir al turismo en el motor de la economía del sur de Italia, destacó el nuevo ministro de cultura, Massimo Bray.

Bray dejó su cargo como editor del prestigioso diccionario italiano Treccani para estar a cargo del turismo y la cultura del país, ocasión en la que destacó que el gobierno apunta a una "rápida acción destinada a desarrollar estrategias para revitalizar el lugar".

"El palacio Reggia debe convertirse en una vidriera para el Sur, una joya en la corona de la nueva política del gobierno para el Mezzogiorno," afirmó luego de algunas reuniones mantenidas con funcionarios claves.

El ministro "les solicitó a todos los presentes que se comprometieran (con) las partes interesadas, con el objetivo común de lograr que Reggia di Caserta sea un lugar de excelencia en (los campos) artístico, cultural y turístico," informó un vocero del ministerio.

El ministerio también tendrá en cuenta cuestiones legales y organizativas para mejorar el famoso ex-palacio Borbón, que ha sufrido importantes colapsos estructurales en estos últimos meses.

Reggia di Caserta, declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1997, en su elección por parte de la UNESCO fue descripta como un edificio que representa "el canto del cisne del arte espectacular del Barroco, a partir del cual adoptó todas las características necesarias para crear la ilusión de un espacio multi-direccional".

A pesar de su larga historia y esplendor, el palacio se fue deteriorando poco a poco hasta que el año pasado, captó la atención pública luego de que se hiciera evidente el sustancial daño que estaba experimentando.

Fue entonces cuando la superintendente de arte de Caserta apeló al gobierno italiano para salvar la preciada estructura.

"Es un serio problema," manifestó Paola Raffaella David en octubre pasado, a medida que las diversas piezas de la estructura seguían cayendo. "En los últimos 10 días, dos partes de la fachada se han derrumbado debido al deterioro de las abrazaderas de hierro que sostienen las estructuras de mármol".

Al mismo tiempo, una familia casi fue golpeada por un trozo de la cornisa del edificio que cayó al suelo.

Estos casos demuestran el motivo por el cual uno de los primeros pasos que se deben dar es más bien de tipo financiero, "para hacer frente a las numerosas emergencias estructurales existentes" del palacio, manifestó Domenico Zinzi, el presidente del gobierno provincial de Caserta, luego de las reuniones mantenidas esta semana. Asimismo, instó a crear un programa nacional mejor organizado que permita vincular a importantes sitios culturales e históricos como Reggia di Caserta con otras estructuras similares, entre ellas la famosa Venaria Reale de Turín, el ex-gran pabellón de caza de la ex-familia real italiana, la Casa de Saboya.

"Debemos trabajar con espíritu de colaboración...(en materia de) programación de turismo cultural, interconectando todos los recursos de cada territorio y asegurando que nuestras bellezas sean una oportunidad para el desarrollo económico," afirmó Zinzi. La construcción del palacio Reggia, construido para rivalizar con el palacio parisino de Versailles de Louis XIV, comenzó en 1752 bajo las órdenes de Charles VII de Nápoles, quien trabajó estrechamente con su arquitecto Luigi Vanvitelli. Aunque, según la historia, Charles se emocionó vivamente ante la contemplación del modelo a gran escala de Vanvitelli del palacio Reggia, jamás tuvo ni siquiera la posibilidad de habitarlo, ya que abdicó en 1759 para convertirse en Rey de España.

En cambio, el proyecto Caserta fue legado a su tercer hijo y sucesor, Ferdinando IV de Nápoles, para ser completado en el sitio, ubicado a aproximadamente 40 kilómetros al norte de Nápoles. La terminación del complejo palaciego, que fue premiado por sus hermosos jardines, demandó alrededor de 100 años.

En 1860 pasó a ser propiedad de la familia real del nuevo estado italiano, los Saboya, antes de quedar finalmente en manos del Estado, en 1919.

Desde entonces, ha cumplido numerosas funciones. A fines de la II Guerra Mundial, el palacio real se convirtió en la sede del Supremo Comandante Aliado, y en abril de 1945 fue el lugar donde se firmaron los términos de la rendición incondicional de Alemania en Italia.

Además, tanto los patios como los vestíbulos, el parque y la Capilla Palatina del lugar han sido escenario de varias películas de Hollywood.

El interior del edificio fue utilizado para escenificar el Vaticano en dos recientes superproducciones - Misión: Imposible III y la adaptación, por parte de Ron Howard, de la precuela del Código Da Vinci, de Dan Brown, Ángeles & Demonios.

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