(ANSA) - Milán, 13 de mayo – Hoy tuvieron lugar en Gallarate, norte de Italia los funerales de Ottavio Missoni, fundador junto con su esposa Rosita de la casa de moda conocida mundialmente por sus coloridos tejidos de punto, muerto el pasado jueves.

Su hijo mayor, Vittorio, de 58 años de edad y presidente de la casa de moda italiana, se encontraba en enero pasado junto a su esposa Maurizia Castiglioni a bordo de un pequeño avión que desapareció de la costa venezolana.

Ottavio Missoni, conocido como Tai, nació en 1921 en la ciudad de Dubrovnik, conocida como Ragusa por los italianos.

Comenzó como un prometedor atleta internacional, pero su carrera deportiva se vio interrumpida cuando fue convertido en prisionero de la Segunda Guerra Mundial. Luego de la guerra, volvió a competir en 400 metros llanos y 400 metros con vallas. También comenzó a diseñar prendas de lana que fueron utilizadas por el equipo italiano en las Olimpíadas de 1948 en Londres. Obtuvo el sexto lugar en las Olimpíadas de 1948 y el cuarto en los Campeonatos Europeos de 1950, antes de contraer matrimonio en 1953 con su socia de toda la vida, Rosita Jelmini, hija de empresarios textiles de la Lombardía.

El mismo año fundaron la marca con el mismo nombre, Missoni, la cual evolucionó a través de las décadas mientras que permanecía inmediatamente reconocible por sus famosos diseños en zigzag. En un principio la pareja trabajó en un pequeño atelier en Gallarate, Milán. El gran golpe provino en 1958 cuando el centro comercial Rinascente le encargó a Missoni 500 vestidos rayados. "Estábamos tratando de trabajar con colores, pero con la maquinaria que teníamos por entonces era difícil", dijo Ottavio Missoni a ANSA en una entrevista. Por lo que Tai, descripto por el artista polaco-francés Balthus como "un maestro del color" y su esposa, investigaron nuevas técnicas para el desarrollo de diseños únicos.

El dúo construyó en 1969 su fábrica y su hogar en Sumirago, cerca de Varese, donde la familia aún vive y trabaja.

Por 1970, los Missoni se encontraban entre los más prominentes diseñadores de moda – sus audaces diseños, sus ricos patrones y sus combinaciones únicas fueron un importante éxito que supo mantenerse en el tiempo. Durante aquellos tiempos Tai utilizaría su famosa expresión "juntar" para describir a los compradores del floreciente mercado italiano las únicas e innovadoras combinaciones de distintos patrones y colores que tan de moda están en la industria actual de la moda. Un número de museos internacionales han homenajeado con exhibiciones a las creaciones únicas y originales de Missoni a lo largo de los años, incluido el Museo Metropolitano de Nueva York. La marca también ha confeccionado trajes para La Scala de Milán. Los tres hijos de Missoni Vittorio, Angela y Luca – tomaron el control en los 90 y se le ha atribuido a ellos el darle una nueva vida a la marca, la cual había perdido pare de su encanto.

La compañía es hoy liderada por Angela, la diseñadora creativa de la marca, y por Luca, el director creativo, como también por un número de nietos entre los que se encuentra Margherita Maccapani Missoni, quien ha protagonizado publicidades de la marca. Aunque más pequeña que las más importantes marcas italianas – la compañía registró ingresos por más de 150 millones de euros en 2011 – la marca ha permanecido como un ícono a través de las décadas gracias a su estilo único, el cual siempre ha evitado las tendencias, y posee la deslumbrante personalidad de los Missoni, especialmente de Tai. "Él brillaba como los colores en sus diseños", dijo el alcalde de Milán Giuliano Pisapia. Muchos en Sumirago también lo recordaron el jueves como "el símbolo de la ciudad". "Era una persona abierta y atenta", dijo un local cuya madre había trabajado para los Missoni durante tres décadas. "Su compañía era como una familia, tal es así que mi madre lloró el día en que se jubiló. "Nunca hice lo que estaba de moda", Ottavio Missoni le dijo a WWD en una de sus últimas entrevistas. "No quería trabajar con esquemas prefabricados y pinté a mi propia manera".

Alguna vez escribió, cuando se convirtió en honorable ciudadano de Trieste en 2008, que su icónico diseño zigzag era un símbolo de la vida. "Ya ves, así es como va la vida -en una ruta en zigzag".