(ANSA) - NUEVA YORK 5 MAY - Nunca antes el rol de Naciones
Unidas como instrumento de paz y resolución negociada de los
conflictos se presenta débil, si no ineficaz, para abordar las
principales crisis del planeta.
Pero para Italia esto no significa que debamos rendirnos
ante las dificultades. Por el contrario, hoy más que nunca
necesitamos impulsar el multilateralismo y comprometernos con
una reforma de las Naciones Unidas y luego aspirar a
fortalecerlas.
El Presidente de la República aterrizó en Nueva York,
acompañado por su hija Laura, con esta misma lógica en el
pensamiento: contribuir a "superar las actuales dificultades
políticas y estructurales" de la Alianza.
Se trata de una visita enteramente dedicada a los problemas
de las Naciones Unidas y transcurrirá en gran parte dentro del
Palacio de Cristal.
De hecho, no está previsto ningún contacto con la
administración estadounidense, algo que el jefe de Estado ya
exploró al reunirse con el presidente, Joe Biden, en la Casa
Blanca en 2021. Por no hablar de que las tan esperadas
elecciones estadounidenses se acercan rápidamente, previstas
para el próximo noviembre.
Sergio Mattarella llevará, por tanto, con fuerza al Palacio
de Cristal la "creencia" inquebrantable de Italia en el poder
del multilateralismo para contrarrestar los bloques que están
surgiendo en todo el planeta. Especialmente en el peligroso
contraste Norte-Sur.
De hecho, en este contexto de crisis internacionales
(pandemia, guerra, energía, medio ambiente) está surgiendo una
clara distinción entre dos bloques definibles como el Norte
Global y el Sur Global que sólo las Naciones Unidas tendrían el
poder de frenar. Por ejemplo, a través de los ambiciosos
proyectos de las Naciones Unidas para financiar intervenciones
en el Sur global a través, por ejemplo, del Banco Mundial.
En vísperas del 70 aniversario de la adhesión de Italia a la
ONU, el presidente Mattarella tendrá una doble cita en el
Palacio de Cristal, que irá acompañada de conversaciones
oficiales con el secretario general, Antonio Guterres, y con el
presidente de la Asamblea Dennis Francis.
El primer compromiso será la intervención en la Conferencia
sobre el estado de implementación del objetivo 16 ("Paz,
justicia e instituciones para el desarrollo sostenible" de la
Agenda 2030).
Se trata de un evento que se propone cada año para seguir
uno de los objetivos fijados por la Agenda para el desarrollo
sostenible, en la que Italia asumió un papel protagonista.
La segunda cita del presidente que hablará en la Asamblea
General sobre el tema "Italia, Naciones Unidas y el
multilateralismo para afrontar los desafíos comunes" promete ser
decididamente más política.
Sin embargo, la visita de Mattarella a la Universidad de
Columbia, en el centro de un ciclón político que lleva semanas
ocupando los medios de comunicación y dividiendo a la sociedad
estadounidense, además de preocupar mucho a los demócratas que
con Joe Biden se acercan a las temidas elecciones presidenciales
de noviembre.
Precisamente a esta prestigiosa facultad debía acudir,
según el programa, el 7 de mayo para reunirse con el Comité de
Garantía de la Academia Italiana.
Una reunión largamente prevista que debía cerrar la visita a
suelo norteamericano. Pero los últimos acontecimientos y el
imparable crescendo de la polémica en torno a la universidad y
su rector, Nemat Shafik, llevaron al Quirinal a una valoración
que desaconseja una visita que podría haber sido aprovechada por
ambas partes. (ANSA).