Por Luigi Spera
(ANSA) - RIO DE JANEIRO, 05 MAG - Ante cerca de 1,6 millones
de personas, Madonna transformó la emblemática playa de
Copacabana, en Río de Janeiro, en su teatro privado, donde
protagonizó la reconstrucción de los "primeros" 40 años de su
carrera.
"La historia de mi vida, la historia de una mujer valiente,
un tanto ingenua, idealista y a veces ridícula, que fue de
Michigan a Nueva York hace 40 años con un sueño y apenas 35
dólares en el bolsillo", dijo la cantante ante un público
delirante, consciente de participar en el que se considera el
mayor espectáculo de la historia de la artista estadounidense de
orígenes italiano.
Las grandes pantallas LED flanqueadas por un complejo juego
de luces dieron un gran impacto visual a todo el espectáculo.
Con la música confiada a bases pregrabadas, eran los cuerpos
los que ocupaban el espacio. Mucho baile y coreografía se
combinaron en una enérgica actuación de la showman, en la que no
faltaron las provocaciones y transgresiones gracias a la sensual
interacción con los bailarines, incluyendo alusiones sexuales,
escenas eróticas y besos apasionados que enloquecieron a los
fans.
La balada "Live to Tell" sirvió de banda sonora a un
interludio más íntimo en el que la cantante rindió homenaje a
amigos y celebridades -entre ellos los brasileños Renato Russo y
Cazuza- que murieron de sida.
Un recuerdo de 1989, cuando Madonna decidió incluir una
referencia a la enfermedad en las notas del álbum "Like a
Prayer", en una época en la que hablar de la epidemia del VIH
todavía era tabú.
Alegorías y referencias sacrílegas a la religión atravesaron
el escenario durante la interpretación de "Like a Prayer",
seguida de "Erotica", "Justify My Love", "Hung Up" y "Bad Girl",
en la que la reina del pop estuvo acompañada en piano de su hija
Mercy James, de 18 años.
Los acontecimientos mundanos de la comunidad LGBT en Nueva
York en los años 1980 -inspiración de la obra de Madonna- fueron
recordados en el bloque compuesto por "Human Nature" y "Crazy
for You", en el que la diva rindió homenaje a los activistas de
Queer Nation, "que siempre estuvieron ahí para mí", con
agradecimiento a "todos los que luchan y se arriesgan por la
libertad y el amor".
"No tengan miedo, lucharé por ustedes hasta el día de mi
muerte", dijo. Correspondió a su hija Estere Ciccone, de 11
años, presentar un set de DJ, mientras que la estrella funk
internacional de Rio Anitta apareció en el escenario durante la
canción "Vogue".
Con imágenes de favelas proyectadas en las pantallas y la
llegada al escenario del histriónico cantante drag queen Pabllo
Vittar, el éxito "Music" fue revisitado a ritmo de samba gracias
a la participación de un grupo de jóvenes percusionistas de las
escuelas de samba de la ciudad.
Al final, Madonna rindió homenaje a Michael Jackson cantando
"Billie Jean" con una cita de "Like a Virgin", antes de cerrar
el espectáculo con "Celebration". (ANSA).