Por Alicia Rinaldi
BUENOS AIRES, 12 (ANSA) - Lilian Clarke sorprende con su
pasión de contar historias y escribir poemas en el libro "Hebras
... sólo hebras", recién publicado, a sus 85 años, porque antes
no quiso "utilizar la fama" de su hijo, el venerado Gustavo
Cerati.
Cuentos y poemas de una mujer que transcurrió la mayor parte
de su vida como ama de casa, cuidando de sus hijos y marido,
pero sin renunciar a su amor por la literatura, como lectora y
escritora. Muchos la conocían como la madre guerrera que acompañó
durante cuatro años, visitando cada día, a su hijo
hospitalizado, siempre optimista, sonriente, asumiendo el rol de
vocera de la familia y construyendo un contacto entrañable con
los fans del músico. "Cuando alguien me pregunta ¿por qué o para qué escribo, o si
siento miedo ante la hoja en blanco, me gustaría contestar con
la misma gracia con que lo hizo hace tiempo Isabel Allende: 'Al
contrario, siento tanto placer como si me tendieran una sábana
blanca sobre el colchón para invitarme a hacer el amor…'", dice
en el prólogo la autora. El libro fue editado por Planeta e ilustrado por su
"compinche y amiga", Guada Mujica Cerati, su nieta. La presentación del ejemplar, realizado el martes en la
magnífica Librería El Ateneo Splendid de Buenos Aires, se vivió
en la familia Cerati como una celebración de esta nueva etapa de
Lilian, tras la muerte de Gustavo el año pasado.
Flanqueada por su nieta artista plástica, Clarke lució
radiante y fresca, acompañada además por sus dos hijas y los
demás nietos, entre ellos Lisa y Benito Cerati, además de amigos
y parientes.
"Pertenezco a esa generación de mujeres escondidas. Antes la
mujer no se mostraba como es ahora, que también compite -como
corresponde- con el hombre. Años tras años escribía pero lo
guardaba para mí", dijo a ANSA, consultada por el proceso de
escritura que compartía solo en familia.
A los 40 años, para "no quedar por debajo" intelectualmente
de sus hijos, decidió estudiar Licenciatura en Ciencias de la
Educación y en los últimos 20 años transitó talleres literarios
de distintos géneros.
Con esa facilidad innata -"mientras cocinaba, imaginaba
historias"- ahora es posible inferir de quién recibió el talento
de escribir canciones poéticas el líder de Soda Stereo. "Es probable", admitió ella, que haya influido, porque
Gustavo fue "el que estuvo más en contacto conmigo, se fue
bastante tarde de la casa, a los 20 y pico de años, y me
revisaba las cosas y me decía 'está bueno esto mamá'".
"A mí me parecía de mal gusto, siendo él el famoso que yo
quisiera intervenir, como utilizar su fama para algo", dijo
explicando lo tardío en publicar el libro "nuevo-viejo", sus
escritos atesorados desde 1967 y con los que crecieron sus hijos
y nietos.
Dedicado "especialmente a mi hijo Gustavo", el libro -de
cuidada calidad de impresión- consta de 41 relatos y 17 poesías,
producto del "alboroto intelectual y afectivo" que, desde 1967,
le produce a Clarke el hobby de sentarse a liberar la
imaginación frente a una máquina de escribir. "Me encanta que pueda sacar su talento afuera, al mundo" y
porque "le hace bien a ella", dijo a ANSA Benito Cerati, de un
parecido a Gustavo, su padre, que impacta. "Hace años que le
decimos 'publica", agregó el también músico que estudia
Antropología en la Universidad de Buenos Aires (UBA). La publicación tardía promete no detenerse. Lilian trabaja en
finalizar una novela y hay además cuentos infantiles que esperan
tomar la forma de un libro; se descuenta que ilustrados por su
nieta Guada, impulsada por toda la familia.
AGR/ACZ
12/11/2015 15:40
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